miércoles, 18 de septiembre de 2013

La belleza del Problema

Hay una tendencia a solucionar Problemas, sea como sea…, por ejemplo, en las empresas nos pagan por dar soluciones y cuanto antes mejor. Este input que nos da la Organización o nuestros Jefes nos lleva velozmente y de forma heurística a una solución, que por muy pequeña o alejada que se presente, nos valdrá…aunque sea un “churrete”…con tal de solucionarlo…



Correr hacia la solución nos aleja del problema, poner excesiva atención en la solución nos evade e impide reformular el problema, cuestionarlo y es que curiosamente hay problemas que no lo son, incluso se confunde el problema con la solución.



Ejemplo: (Conversación entre dos  amigos que se encuentran por la calle. A y B)
A: Tengo un problema…
B: ¿ Ahh…Sí ?...cuéntame…
A: Tengo que operarme de la espalda.
B: Eso no es un problema, es una solución. El problema es que te pasas el día sentado y eso te ha provocado una hernia discal.

Aprender a reformular problemas evita el “corre y corre” hacia cualquier solución y nos permitirá distintas opciones de encontrar una solución y probablemente mas adecuada al verdadero problema,…si es que lo hay. Se puede comenzar identificando con detalle el “problema” para estructurarlo y contemplar su Belleza (que la tiene). ¿Te gustaría ver la belleza del Problema?