miércoles, 4 de febrero de 2015

Entra en tu Zona de Confort

Serie: Con espíritu constructivo.


Seguramente, el título de este post pueda parecerte sorprendente. Quizás no es algo que te hallas planteado nunca y si lo has hecho, no será lo más frecuente.
Como dijimos en el post anterior relacionado con este tema, la prescripción más habitual al respecto, es la de salir de la zona de confort y exploramos cómo esto se relaciona, con la idea de ir "más allá".
Generalmente la comprensión más habitual de este ir "más allá", tiene que ver con salir de los límites del sistema. Pero si esta es la única , puedes dejar de lado otras posibilidades interesantes.
Una de ellas es entrar en más detalle dentro del mismo sistema como forma de seguir desarrollándote.
Pongamos algún ejemplo para clarificar las cosas. Si llevas unos cuantos años trabajando en la misma empresa, es posible que estés pasando o hayas pasado alguna vez por momentos de incomodidad en los que tal vez el abandonarlo todo y lanzarte a la aventura haya sido una de las opciones valoradas. “Sal de tu zona de confort, arriésgate para conseguir tus sueños”,te dicen los que no se juegan nada en el intento. Y es una opción si realmente es lo que tú quieres, si tus aspiraciones vitales han crecido o si realmente ese trabajo ya no es el medio para alcanzar lo que pretendes conseguir en la vida. Pero este no siempre es el caso. Hay veces, que simplemente te has dejado llevar por la rutina, ya no activas las razones por las que adorabas ese trabajo, tus expectativas, tu  compromiso. No por nada especial, sencillamente te has dejado llevar por la comodidad.
Otro ejemplo habitual está en las relaciones de pareja. Si llevas muchos años con tu pareja, o sin necesidad de tantos, tal vez hayas tenido la misma sensación que la que describía respecto al trabajo.

Muchas veces construir una relación nueva, del tipo que sea, suele ser más costoso que redefinir la que ya tienes, sobre todo si los fundamentos sobre los que la construiste siguen presentes. Pero la novedad es atractiva...hasta que de nuevo caes en la rutina.
Pregúntate, cuándo fue la ultima vez que activaste ese cariño especial hacia tu pareja  o hacia tus hijos, tus padres, tus hermanos..... las ganas de compartir momentos, la anticipación, ¿cuando nos veremos?, ¿qué estará haciendo?, ¿me llamará?....


Seguramente al principio lo hacías mucho más y  más intensamente.Nuevamente, otras prioridades han ido ganando terreno. Quizás pienses que todo eso ha desaparecido y habría que hacer algo al respecto, salir de tu zona de confort. Podrías tener razón, pero también podría ser que no estés activando  esos sentimientos y te hayas dejado llevar por la rutina.


Estos ejemplos son sólo una pequeña muestra de cómo en ocasiones buscamos la solución fuera del sistema, a veces con consecuencias nefastas, cuando dentro del mismo podemos encontrar una solución más certera. Son errores propios de una cultura centrada en soluciones.


En Área de Liderazgo sabemos que para dar una solución certera a un problema, un paso fundamental es formar bien el problema, porque  problema y solución son dos caras de la misma moneda.
Autor: Maxi García Vicente .