martes, 22 de octubre de 2013

Cuando las cosas van mal.

Cuando las cosas “van mal”, parece que lo mejor es salir de ahí cuanto antes, pero en muchas ocasiones, salir de un sitio no es suficiente... (ni lo mejor)

Pongamos un ejemplo:
-          “Llevo una temporada mal en la oficina,…me voy a tomar unos días de vacaciones”

Es fácil ponerse en movimiento conectando una mala racha con unos días de descanso. La sensación de salir de un sitio, por si sola,  provoca una sensación de alivio, pero es sólo alivio porque cuando vuelvas, la mala racha en la oficina probablemente continuará (a no ser que vengan unos duendecillos mientras duemes, que solucionarán tu mala racha)…Irse de vacaciones tendría poco que ver con mejorar la situación en la oficina.

Quitar los problemas “de en medio” es contraproducente pero a priori es la mejor opción que tenemos disponible porque no sabemos cómo gestionar la “mala racha”

Generalmente, tenemos tendencia a  conectar contenidos y sensaciones con soluciones,… pero es mucho más consecuente conectar la razón y el propósito para hacer algo útil.


Ante esta imagen ¿qué estoy solucionando realmente?

Al contestar la pregunta es fácil caer en la cuenta de que la Razón no conecta con el Propósito…y si lo hace es una solución parcial, un apaño.
Será necesario desarrollar un sentido de razón y propósito, recoger información y gestionar el proceso en vez de dar…¿soluciones parciales y poco útiles?