Escribe Mauri: Nos comenta un SUDES, (Sujeto Desconocido) que tiene las funciones de Directora de Atención al Cliente, que durante un proceso de Coaching que hizo hace más de 1 año se sintió cómoda, bien y que se ha dado cuenta de dónde debe hacer cambios, pero luego no ha tenido tiempo de hacerlos….son sus palabras recogidas literalmente.
En sus manifestaciones alude al “sentir” para valorar un proceso de Coaching y que los efectos del Coaching han sido “darse cuenta de donde hacer cambios”, pero no de haberlos hecho
En las intervenciones que venimos haciendo en Área de Liderazgo coincidimos Sean, Estela y yo en dos cosas:
1. En los procesos de Coaching en los que intervenimos los clientes si suelen sentirse cómodos pero bien, bien,…. no lo pasan (de verdad!!).
2. Nos ocurre también, que el cliente si encuentra tiempo para hacer cambios. Para nosotros, el proceso de Coaching tiene continuidad si ha habido cambios (de cualquier tipo), y son estos los que le hacen sentirse no bien o mal (manifestación subjetiva y abstracta), concretamente advierten de forma detallada manifestaciones como estas: … mucho mejor que antes, más tranquilo, más seguro, menos nervioso y terminan con ….ahora lo hago de otra manera…priorizo otras cosas como por ejemplo a las personas antes que los hechos….y es que la intervención durante las 2 horas (aproximadas) de Coaching debe (entre otras cosas) validarse con los cambios o alteraciones que el cliente ha introducido después de esta, durante su desempeño diario.
Merece la pena pararse a pensar si el Coaching es un producto o una herramienta. La protagonista de este post, nuestra SUDES (Sujeto Desconocido) quizá no necesitaba Coaching….pero se lo “vendieron”.
Para mí el coaching es una herramienta, un recurso más de tantos otros que debe tener un consultor. ¿Y para ti, que es Coaching?