Cuando una empresa es incipiente en la contratación de Formación (sobre todo para sus directivos y mandos medios) se puede contratar “cualquier cosa” que todo irá más o menos bien…pero cuando esta etapa Incipiente da paso a otra de desarrollo o madurez en las empresas y en los empleados, y si a la vez, los participantes en los programas formativos tienen ya varias experiencias en la asistencia a cursos (las últimas no muy buenas), ya no vale cualquier cosa.
Los participantes suelen estar cansados y “hartos” de lo mismo…y es entonces cuando el Responsable de Desarrollo o Formación “se la juega” en la elección de los formadores o la empresa consultora que contrata…(no es para menos)
Para valorar un programa efectivo, útil, y sostenido en el tiempo que desarrolle (de verdad) a los asistentes a un programa de formación será necesario:
1. Acreditar la solvencia de los monitores (referencias personales, CV, planteamiento de contenidos, etc.) (Quienes son y qué hacen)
2. Presentar una metodología de aprendizaje que soporte los contenidos (Cómo lo hacen)
3. Que sea medible, por ejemplo, en términos de comportamiento. (Qué resultado se alcanza)
¿Tiendes a comprobar estos 3 indicadores: Quienes son, qué y cómo lo hacen y qué resultados aseguran…?