Seguramente,
el título de este post pueda parecerte sorprendente. Quizás no es algo que te
hallas planteado nunca y si lo has hecho, no será lo más frecuente.
Como
dijimos en el post anterior relacionado con este tema, la prescripción más
habitual al respecto, es la de salir de la zona de confort y exploramos cómo
esto se relaciona, con la idea de ir "más allá".
Generalmente
la comprensión más habitual de este ir "más allá", tiene que ver con salir de los
límites del sistema. Pero si esta es la única , puedes dejar de lado otras
posibilidades interesantes.
Una
de ellas es entrar en más detalle dentro del mismo sistema como forma de seguir
desarrollándote.
Pongamos
algún ejemplo para clarificar las cosas. Si llevas unos cuantos años trabajando
en la misma empresa, es posible que estés pasando o hayas pasado alguna vez por
momentos de incomodidad en los que tal vez el abandonarlo todo y lanzarte a la aventura
haya sido una de las opciones valoradas. “Sal de tu zona de confort, arriésgate
para conseguir tus sueños”,te dicen los que no se juegan nada en el intento. Y
es una opción si realmente es lo que tú quieres, si tus aspiraciones vitales
han crecido o si realmente ese trabajo ya no es el medio para alcanzar lo que
pretendes conseguir en la vida. Pero este no siempre es el caso. Hay veces, que
simplemente te has dejado llevar por la rutina, ya no activas las razones por
las que adorabas ese trabajo, tus expectativas, tu compromiso. No por nada especial,
sencillamente te has dejado llevar por la comodidad.
Otro
ejemplo habitual está en las relaciones de pareja. Si llevas muchos años con tu
pareja, o sin necesidad de tantos, tal vez hayas tenido la misma sensación que
la que describía respecto al trabajo.
Muchas veces construir una relación nueva, del tipo que sea, suele ser más costoso que redefinir la que ya tienes, sobre todo si los fundamentos sobre los que la construiste siguen presentes. Pero la novedad es atractiva...hasta que de nuevo caes en la rutina.
Pregúntate,
cuándo fue la ultima vez que activaste ese cariño especial hacia tu pareja o hacia tus hijos, tus padres, tus
hermanos..... las ganas de compartir momentos, la anticipación, ¿cuando nos
veremos?, ¿qué estará haciendo?, ¿me llamará?....
Seguramente
al principio lo hacías mucho más y más
intensamente.Nuevamente,
otras prioridades han ido ganando terreno. Quizás pienses que todo eso ha
desaparecido y habría que hacer algo al respecto, salir de tu zona de confort.
Podrías tener razón, pero también podría ser que no estés activando esos sentimientos y te hayas dejado llevar por
la rutina.
Estos
ejemplos son sólo una pequeña muestra de cómo en ocasiones buscamos la solución
fuera del sistema, a veces con consecuencias nefastas, cuando dentro del mismo
podemos encontrar una solución más certera. Son errores propios de una cultura
centrada en soluciones.
En
Área de Liderazgo sabemos que para dar una solución certera a un problema, un
paso fundamental es formar bien el problema, porque problema y solución son dos caras de la misma
moneda.
Autor: Maxi García Vicente .