Tú tira... que algo saldrá.
La frase que da título de este post, (que por cierto es una orden) en su aparente inocencia esconde palabras inespecificadas y las
posibles respuestas a esta frase serán tan confusas como la orden que se
esconde detrás de ella… cuando menos.
Cuando alguien recibe esta orden, lo que aproximadamente hará, será
una representación interna y subjetiva de cada palabra. Vayamos al ejemplo:
Las personas no
nos entendemos por el simple hecho de que podamos repetir las mismas palabras y
es porque cada palabra accede a un nivel de experiencia diferente y por tanto a
diferente significado.
Si lo que hace
alguien después de dar una orden (dar una orden no es algo superfluo) no funciona o lo hace con desdén y no nos gusta, lo
que suele emerger a continuación es el enfado y el enfado no es más que una señal que nos advierte de que quizá, tenemos que cambiar la forma de relacionarnos (comunicarnos)
con ese alguien…si te enfadas, puedes empezar por organizarte.
¿Cómo te organizas internamente antes de dar una orden?
En la orden hay que dar una dirección, dejando un margen a la personalidad del ejecutante para que actúe, dentro del camino marcado, con cierta libertad. En mi caso, antes de organizarme, me tengo que preguntar qué ordenes doy, e incluso qué es lo que los demás toman como órdenes.
ResponderEliminarHola Miguel Ángel...así es...al dar la dirección le estás diciendo lo que persigues, lo que quieres conseguir con ello y también es importante asegurarnos que el colaborador dispone de los recursos necesarios (personas, materiales, habilidades y capacidades, espacios, tiempo...) para la ejecución de la orden,...si es una orden lo necesitas dar, porque puede ser que lo que precisa la situación es informar, o sugerir, o estimular, o avisar, o asegurar, o activar, u orientar...nuestro comportamiento en la comunicación tiene muchas opciones. Gracias por tu comentario (ha sido para mi un estímulo)
ResponderEliminarAl decirme que para ti es un estímulo me motivas al mismo tiempo. Es muy divertido...
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